jueves, 2 de junio de 2011

Chávez y Condolezza Rice

Carta de Condoleezza Rice

*Sr. Presidente Chávez:**
Había estado esperando mi salida del gobierno, a que transcurriese un tiempo
prudencial para enviarle esta misiva. Aunque desde el punto de vista
geopolítico sus expresiones desconsideradas contra mi persona fueron
deleznables, por lo cual no fueron respondidas oficialmente, no puedo negar
que me produjeron malestar. Ningún ser humano puede dejar de molestarse
cuando alguien se refiere a él o ella en términos procaces y
desconsiderados. En el caso que nos ocupa ello estaba magnificado por el
hecho de que: (1) usted era el presidente de un país con el cual mi país
tiene relaciones diplomáticas; (2, usted violó el viejo dicho español que
reza: “a la mujer, ni con el pétalo de una rosa”y, (3), sus comentarios
tenían un componente racista que en mi país es ya definido como
“politicamente incorrecto”, pero que usted aún practica con entera impunidad
en el suyo.
Se refirió usted a mis escasa cultura y a una pretendida atracción que yo
sentiría por usted. En primer lugar, debo decirle que anoche tuve el honor
de tocar con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, como solista, el concierto
número 20 para piano de Wolfang AmadeusMozart, K.466 (sabe usted el
significado de K.? No lo creo). Soy una de las más destacadas concertistas
no-profesionales de los Estados Unidos. Estudié piano al mismo tiempo que me
graduaba de politóloga en la Universidad de Denver. Y usted, Sr. Chávez? Me
dicen que aparte de haber sido un estudiante mediocre de la Escuela Militar
de Venezuela, aparentemente el refugio de quienes no dan la talla en la
universidad, usted no tuvo otra educación formal. Parece ser que ello es la
razón por la cual insiste en que 8x7=52 y que el hombre llegó al planeta
Tierra hace 2000 años. Sin olvidar que su ortografía parece dejar bastante
que desear. Sus pomposas citas son cursilonas y con frecuencia inexactas.
Fíjese que solo es ahora que le digo esto, ya que jamás le hubiera echado a
usted en cara su incultura y patanería, a no haber mediado su agresión a mi
persona.
En segundo lugar, no creo que sentiría atracción por alguien como usted. No
me refiero a su aspecto físico, el cual ciertamente no es de concurso sino,
digamos, simplemente sub-standard. Me refiero a sus maneras, a la pobre
calidad de su lenguaje y a la agresividad que muestra hacia el sexo
femenino. Estoy informada de su manera de tratar a su ex-esposa, hasta en
público, de sus ofertas machistas por televisión acerca de ‘darle lo suyo” y
de la violencia que usted utilizó contra las mujeres con quienes tuvo
relación en el pasado. Afortunadamente hoy no se le conoce relación con
fémina alguna, excepto alguna que otra zalamería ocasional hecha a algún
travestís brasileños. Por ello no podría sentir atractivo alguno por alguien
que, más bien, me causa repulsión. Tampoco me sentiría muy a gusto con
alguno de sus acólitos, llámese Cabello o Istúriz, apenas marginalmente más
aceptables.
Usted se mofó de mi nombre, Condoleezza, relacionándolo con condolencias y
tristeza. No es tal cosa, Sr. Chávez. Mi nombre es derivado de la expresión
musical italiana “con dolcezza”, es decir, con dulzura. Se lo explico porque
es evidente que sin esa explicación usted no tendría la menor idea de su
verdadero significado. Los idiomas no son su fuerte, como lo recuerdo bien
de su intento de insultar al Presidente Bush en una curiosa versión del
idioma Inglés, algo que sonaba como “iu ar a donki”.
He tenido la suerte de llegar a los más altos niveles del gobierno de mi
país debido a mi formación intelectual. No me hice notoria liderando un
golpe de estado sangriento que dejó más de 200 venezolanos muertos, algo de
lo cual usted se ha jactado, al decir “yo si estuve en un golpe, echando
plomo de verdad”. En mi país generalmente (hay excepciones) la gente
intelectualmente sólida entra al gobierno buscando reconocimiento y no tiene
necesidad de robar. Entiendo que en regímenes como el suyo, ustedes llegan
al poder sin muchas credenciales intelectuales y lo usan para enriquecerse
o, como dicen algunos, “para comer completo”. Fíjese que no compartimos
filosofías de la vida y que mientras yo toco a Mozart con la Orquesta
Sinfónica de Filadelfia usted canta rancheras mexicanas a capella, es decir,
a palo seco. Mientras yo doy conferencias en las universidades usted cuenta
sus peripecias peristálticas, sus retortijones en un túnel.
*
*Bien,*
*creo haber puesto las cosas en su sitio. Usted ha elegido su camino, junto
a los estados forajidos y grupos terroristas y narcotraficantes del planeta.
Esa ha sido su decisión. Pero ella lleva consigo responsabilidad
indelegable. Usted ha podido ser un discipulo de Mandela y eligió ser un
discípulo de Mugabe. Ha podido sentirse orgulloso de Jose Maria Vargas y
decidió sentirse orgulloso de Ezequiél Zamora. Usted eligió su camino. Su
régimen terminará, como decía T.S. Eliot (un poeta de mi país, Sr. Chávez)
acerca del fin del universo: “no con una conmoción sino con un susurro”. No
tendrá donde esconderse.**

*Traducción y Versión libre de Gustavo Coronel


*Es único este espécimen en el MUNDO *

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