Aceite Diana
En estos container hay toneladas de alimentos PODRIDAS.
http://www.codigovenezuela.com/2010/06/editorial-aceites-diana-nuestro-theresienstadt/
La gira de Chávez por Aceites Diana, una pieza para la historia de la propaganda
El presidente Hugo Chávez hizo este miércoles un esfuerzo, histriónico incluso para sus estándares, por presentar al socialismo como modelo de derechos laborales y, simultáneamente, de eficiencia y productividad. Su gira por Aceites Diana, transmitida en vivo y en cadena nacional, es lo más parecido que ha hecho la propaganda chavista con aquel montaje nazi que fue Theresienstadt.
¿Theresienstadt? Refresquemos la memoria: los nazis querían que la comunidad internacional estuviese convencida de que los campos de concentración de judíos eran lugares hospitalarios. Theresienstadt fue el más sofisticado intento de presentarlos así, como espacios ideales donde las familias judías vivían felices entre los suyos. Allí, tras los muros de una fortaleza, supuestamente germinaba un ambiente sano, donde el arte y la música clásica dignificaban a aquellos que eran apartados de la sociedad para protegerles de la guerra y de sí mismos.
El ghetto prisión, a 60 kilómetros de Praga, fue vendido por la propaganda como una colonia judía modelo. La farsa fue representada en un filme, El “Führer” regala una ciudad a los judíos, el cual fue producido pocos meses antes de una visita de la Cruz Roja Internacional.
La película fue dirigida con insólito perfeccionismo por Kurt Gerron, un judío que efectivamente logró demostrar los beneficios del Tercer Reich para su raza. Por supuesto, el director y los actores fueron posteriormente trasladados y ejecutados en Auschwitz. A fin de cuentas, eso era en esencia aquel campo de concentración, una estación de transferencia. Volvamos a refrescar la memoria: los campos de concentración no eran colonias, eran sitios donde se enviaba los judíos para ser asesinados, con miras a su exterminio.
Aceites Diana, empresa expropiada y, excepcionalmente, aún en buen estado de productividad, fue el escenario de nuestro Theresienstadt. Lamentablemente, no hubo tiempo para que Oliver Stone, ese útil cineasta seducido por el falseario socialista, la metiera en alguna escena de su panegírico como muestra del éxito económico del chavismo. Porque el Presidente pudo demostrar allí, con un ejemplo vivo y no simplemente retórico que una empresa estatizada podía aumentar su productividad y garantizar condiciones dignas a sus trabajadores.
La verdad es que la voracidad del Estado chavista se ha tragado a cientos de empresas y acumulado deudas por motivos de expropiación que según el cálculo de expertos rondan los US$20mil millones. Pero los testimonios de trabajadores de estas empresas y sus índices de productividad hablan de la pérdida de empleos en todo el país, de la disminución de la capacidad productiva y del aumento de la dependencia venezolana de las importaciones.
Sin embargo, le bastó a Chávez caminar por Aceites Diana para lubricar con margarina su discurso antiempresarial y amenazar, muy orondo, a los trabajadores y propietarios de Empresas Polar y, con ellos, a todo el sistema de producción privado del país: Porque Empresas Polar es la más grande, porque es un modelo de éxito, porque su gestión ha sido reconocida dentro y fuera del país. Incluso los periodistas venezolanos le otorgaron el Premio Arturo Uslar Pietri a la Responsabilidad Social Empresarial en el 2009, por su demostrado compromiso con la sociedad y su relación ejemplar con la comunidad y con sus más de 30 mil trabajadores.
Si expropian a Polar, todas las empresas privadas del país estarán en proceso de venta o en picada de depreciación. Grandes o pequeñas, saben que no habrá salvaguarda legal, financiera o social que proteja su inversión, su modo de vida y a la economía nacional.
“No se asusten, no los voy a expropiar”, dijo Chávez al enterarse ante las cámaras de que una empresa privada es la que provee a Aceites Diana de sus empaques plásticos. Pero advirtió: “Ellos dependen de nosotros. Que negocien, no los expropiamos, pero hacemos una empresa mixta con ellos”.
El presidente reconoció que aún no puede asumir toda la producción del sector privado, pero ese es su objetivo. Es la misma amenaza para todos: grandes y chicos. Inclínense ante mi o enfrenten la perspectiva de su exterminio. Aunque sea falso que Lorenzo Mendoza, propietario de Empresas Polar, quiera ser candidato a la presidencia del país, para Chávez, la posibilidad de que haya un empresario joven y capaz al timón de una empresa responsable de alimentar a gran parte de Venezuela es un desafío. Ya lo dijo el domingo: “Polar no es imprescindible, nadie lo es… el único imprescindible para la Revolución es Chávez”.
El reto de Chávez a Polar (Video)
El presidente dice “poner su moral” delante de “los millones”
“Te acepto el reto Mendoza, tú con tus millones y yo con mi moral (…), tú (Mendoza) para el cielo no vas” amenazó el presidente Hugo Chávez al presidente del grupo de empresas Polar, Lorenzo Mendoza.
“Mendoza, ten cuidado, que te puedes quedar sin el chivo y sin el mecate”, resaltó el mandatario, quién dijo que “ya este señor (Mendoza) se cree precandidato presidencial. Tenga cuida’o compadre”.
Señaló que no le temblará el pulso si necesita nacionalizar Polar. “Ellos se creen indispensables. Aquí nadie es indispensable. Miren lo que le pasó a RCTV”.
Esta sería la segunda amenaza presidencial que recibe empresas Polar. El pasado domingo, Chávez durante su programa dominical “Aló Presidente”, criticó las manifestaciones de los empleados de empresas Polar en solidaridad por la expropiación de los terrenos de la zona industrial 1 de Barquisimeto, así como la defensa de puestos de trabajos.
El pasado 23 de mayo, el presidente Hugo Chávez ordenó una investigación contra empresas Polar por presunto acaparamiento de alimentos, y amenazó que si la expropia cerraría la división de bebidas alcohólicas.
En lo que va de año el grupo de Empresas Polar ha sido objeto de un total de 220 veces inspecciones por diferentes organismos del Estado.
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